Asesinó a su tío y no irá a prisión porque tiene esquizofrenia: temen por la integridad de familiares en San Luis
El hecho sucedió en Córdoba, pero el imputado es de la capital puntana. Sus padres pidieron que retorne a la ciudad para el tratamiento psicológico. Actualmente no está detenido.
El 28 de julio, Jacinto Alcaraz de 74 años fue asesinado a puñaladas por su sobrino Lucas Garro. Todo sucedió en Colonia 25 de Mayo, Holmberg, una zona rural de Río Cuarto, en Córdoba. Sin embargo, el hecho tiene estrecha relación con San Luis.
El joven de 31 años vivía en la capital puntana y tras una discusión con sus padres, lo echaron de la casa. Ante esta situación, sus tíos, ambos de 74 años, decidieron albergarlo en la provincia vecina.
Luego de un mes de convivencia, Jacinto comenzó a ver “actitudes raras en él”, según contó a El Chorrillero su hija, Analía Alcaraz. Fue entonces cuando avisó a los padres para que fueran a buscarlo.
En la mañana del hecho, Garro había tomado un hacha que tenían para cortar leña y se encerró en la cocina. La pareja se la pidió en reiteradas ocasiones y se negó a entregarla. Luego salió de la propiedad y caminaba con ella en la mano.
La víctima pensó que quería quitarse la vida y llamó a la Policía. Cuando los efectivos acudieron al lugar, el jubilado fue a abrirles y fue cuando el joven lo atacó por la espalda con un cuchillo tipo carnicero. Los uniformados debieron utilizar un arma no letal para abatirlo.
Si bien fue imputado por homicidio simple, debido a sus problemas psiquiátricos, fue trasladado al área de Salud Mental del Hospital San Antonio de Padua.
En el marco de la investigación que lleva adelante el fiscal Javier Di Santo, Garro fue sometido a una pericia psicológica donde abordaron conducta, actitud, conciencia, orientación, atención, memoria, pensamiento y juicio.
De las conclusiones surgió que padece una Patología Psíquica Primaria (esquizofrenia desorganizada) que tuvo sus orígenes en 2015 con los primeros indicios de pensamiento delirante.
Los profesionales determinaron que presentaba “nula conciencia de los cargos que se le reprochan sin autocrítica de sus desbordes atribuidas a la necesidad de salvación de la humanidad”. Advirtieron que “es precisamente esta condición la que lo toma extremadamente riesgoso para sí mismo y para terceros”.
A raíz de eso, sostuvieron que “el imputado no exhibe al momento de la examinación capacidad o aptitud procesal y penal plena”.
“Sus padres pidieron traerlo a San Luis porque es de acá. Es un peligro para la sociedad y para él mismo”, cuestionó la hija de la víctima.
Alcaraz transmitió temor por su seguridad y la de su madre, debido a que en la provincia no hay centros de internación.